Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio
Es necesario sacar de nuestra vida todo aquello que no le agrada a Dios. Hay muchas cosas que quizá como humanos que somos, creemos que no son nada y las practicamos a diario, pero muchas veces esas acciones nos alejan de la presencia de nuestro Padre Celestial.
Por eso, aunque no somos perfectos, pero hay una cualidad que te identifica ante los ojos de Dio; y es la humildad. Dios dijo que David tenía un corazón conforme al de Él, pero David no era perfecto, él falló, pero con la gran diferencia de reconocer su error e ir a Dios arrepentido del pecado que había cometido.
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad,Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones,Y mi pecado está siempre delante de mí.
Salmos 51:1-3
Tener un corazón limpio no quiere decir que no vas a fallar, o que no vas a cometer errores, en ocasiones lo vas a hacer, pero con la diferencia de que reconoce que ha fallado y no puede seguir sin ser limpiado y perdonado.
Reconoce que estás sucio y necesita ser limpiado, no resiste estar sucio, pero para eso tenemos que haber estado limpios antes, para saber lo difícil que es estar sucio. Es por eso que David se humilla a Dios y le dice:
Purifícame con hisopo, y seré limpio;Lávame, y seré más blanco que la nieve. Hazme oír gozo y alegría,Y se recrearán los huesos que has abatido. Esconde tu rostro de mis pecados,y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Salmos 51:7-10
Por eso Dios dijo que David tenía el corazón conforme al de Él, porque no es solo no fallar, sino también reconocer si fallamos, y arrepentirnos de ellos.
Es la clave para limpiar nuestro corazón. Porque el que no reconoce cuando falla, para él todo lo hace bien, y todo en lo absoluto está bien. Y así se queda sumergido en la ignorancia, alejado de Dios y de sus bendiciones.
No me eches de delante de ti,Y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación,Y espíritu noble me sustente.
Salmos 51:11-12
David, ya había experimentado a plenitud lo que era vivir en la presencia de Dios, él había disfrutado de la llenura del Espíritu Santo, y había vivido el gozo de la manifestación de la gloria de Dios.
Por eso David no se resignaba a vivir sucio, ni a vivir sin su presencia, él no quería vivir sin ver en su vida la gloria de Dios. Por eso él se humilla y se arrepiente delante de Dios, porque el corazón sucio te aleja de Dios, y vivir fuera de la presencia de Dios es como estar muerto.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Mateo 5:8
Un corazón puro y limpio te hace uno con Dios, te hace digno de su presencia y de su gloria. Por eso debemos luchar todos los días por limpiar nuestro corazón ❤ ️ para no vivir fuera de la presencia de Dios, y poder disfrutar de sus bendiciones.
Los de limpio corazón verán a Dios, porque a Dios no lo podemos ver con ojos naturales, sino con visión espiritual. El que tiene el corazón limpio no sufre de ceguera espiritual, sino que sus ojos espirituales son abiertos, para ver lo sobrenatural de Dios en cada circunstancia.
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