MUJER GRANDE ES TU FE

 

Necesitamos una fe grande para recibir las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Pero en ocasiones la fe que tenemos es muy pequeña, y  para ver a Dios en nuestras vidas necesitamos creer. Y muchas veces queremos ver la gloria de Dios, pero nuestra fe no es lo suficientemente grande para alcanzar lo que esperamos.

Hay un camino, ( llámese tiempo o trayecto) que tenemos que caminar durante el cumplimiento del milagro esperado. Durante esa temporada se presentan diversas pruebas o dificultades, las cuales tenemos que pasar, y seguir adelante hasta llegar a la meta que queremos lograr. 

Es por eso que necesitamos una fe gigante, para cuando se presente la dificultad, seguir con la misma fuerza, porque no estamos enfocados en lo que se nos ha presentado, sino en la meta a la cual debemos llegar. 

La mujer cananea tenía una hija enferma y fue a donde Jesús, pero él le dijo que había sido enviado sólo a los hijos de Israel. Ella siguió tras él pidiendo misericordia, y se postró a sus pies.

Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: ¡Señor, socórreme! Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.

Mateo 15:25-27

Esta mujer tenía una mega fe, una fe super grande, ella, a pesar de que Jesús no le respondía favorablemente, ella siguió enfocada en lo que ella necesitaba; la sanidad de su hija.

Cuando tú tienes una fe grande, ninguna montaña te puede detener. Se te puede presentar cualquier tormenta, pero por encima de ella tú continúa, porque no estás enfocado en los eventos que se presentan, tu enfoque está en el milagro que espera.

La fe de esta mujer era tan grande, que no le permitía poner la mirada en otra cosa que no fuera el milagro que ella esperaba, y mira lo que pasó.

Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Mateo 15:28

Sin fe es imposible llegar a la meta, porque son muchos los obstáculos que hay que vencer durante el camino. Esta mujer recibió su milagro, pero tuvo que no hacer caso a los impedimentos que se hicieron presentes en el camino, ella permaneció enfocada en Cristo Jesús hasta llegar a la meta que se había propuesto llegar.