Pacientemente esperé a Jehová



Debemos clamar a Dios y esperar con paciencia, no podemos permitir que el enemigo nos engañe y nos lleve a la desesperación. Debemos esperar con fe, porque Dios a su tiempo se inclina a nosotros y nos ayuda.


Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Salmos 40:1-2


No es en el tiempo de nosotros, es cuando es su voluntad. Por eso debemos ser pacientes en el tiempo de espera, y en lugar de desesperarnos, humillarnos a Dios cada día más.



Cuando esperamos con paciencia y humildad, y en medio de la condición adversa descansamos en Dios, ese es el momento perfecto para ver su gloria. La presencia de Dios se hace evidente en nuestras vidas, llevando la solución al problema que nos está agobiando. Pero debemos esperar con paciencia para poder decir como el salmista:


Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

Salmos 40:1-2


Dios nos escucha y se hace presente en nuestras vidas de forma poderosa, se va la angustia, y se va el dolor, nos da Paz, nos fortalece y nos da la victoria, todo esto cuando confiamos y esperamos con la convicción de que en Él está todo lo que necesitamos.


Dios les bendiga grandemente pueblo amado de Dios 🙏🙏


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